Demandante de empleo polaco encuentra satisfacción laboral en el extranjero

En un artículo anterior, hablamos sobre la iniciativa europea de movilidad laboral para personas con más de 30 años, dirigida por el equipo de EURES local en la región de Baja Silesia, en Polonia. Desde entonces, el proyecto ha ayudado a 26 demandantes de empleo a encontrar trabajo en Alemania, Reino Unido y República Checa. Hemos hablado con uno de los participantes, Pawel Frydlewicz, para conocer su experiencia personal con EURES.

¿Cómo encontraste el proyecto EURES?

Cuando esperaba en mi oficina de empleo local para ver a un asesor, estaba ojeando algunos anuncios de empleo y vi una oferta de empleo en el extranjero, publicada por EURES. Me pareció muy interesante. Me interesé aún más cuando encontré unos folletos y panfletos sobre cómo encontrar trabajo fuera de Polonia, sobre la seguridad laboral, las condiciones laborales, etc. Quería saber más, así que consulté el portal de EURES. Tuve la suerte de que en la primera página hubiera un anuncio sobre un proyecto. ¡Era el tipo de proyecto que estaba hecho para mí!

¿Qué te motivó a buscar una oportunidad laboral en el extranjero?

Es difícil decir qué me motivó entonces a buscar un trabajo en el extranjero. En realidad, había muchos factores, principalmente mis intentos frustrados y desalentadores de encontrar trabajo en Polonia. Quería encontrar un empleo en el que se valoraran mis años de experiencia y mis habilidades, además de ofrecer una contribución a la pensión decente y un seguro médico.

¿Cuál es tu nuevo empleo?

He estado trabajando durante más de nueve meses en República Checa para Škoda Auto, un trabajo que conseguí mediante la Oficina de empleo. Tengo un contrato de un año con renovación automática para otro año. Desde el principio he trabajado en el Departamento de logística y estoy muy satisfecho con este empleo.

¿Cuál era tu empleo anterior en Polonia?

Trabajaba en control de calidad. Es un trabajo muy intenso, siete días a la semana, tres turnos, aprendizaje continuo y obtener muchos conocimientos y habilidades nuevos. Era así hasta que un día los propietarios de la empresa la vendieron y despidieron a la mayoría de sus empleados. Para mí, ha sido algo positivo, aunque no me di cuenta entonces. En ese momento fue muy duro: perder el trabajo, tener que empezar otra etapa en mi vida y empezar a buscar empleo.

¿Puedes contarnos cómo te sentiste con todo el proceso de EURES y cómo te asistieron?

Al principio, pensaba que no sería capaz de trabajar en el extranjero por mí mismo. La idea me asustaba. Unas actividades tan simples parecían abrumadoras. ¿Cómo encontraría la oferta adecuada, traduciría mi CV a una lengua extranjera o haría la entrevista en una lengua extranjera? Y, ¿qué pasaría con la partida y toda la preparación relacionada con ella? Encontrar alojamiento, los costes que tendría que pagar hasta recibir el primer salario, etc. Creía que estaría solo con todo esto.

Pero no fue el caso en absoluto. Gracias a mi participación en el proyecto, me tradujeron el CV, fui a un curso de lenguas que ofrecía el proyecto y recibí asistencia constante de los consejeros del proyecto, que estaban listos para ayudar en cualquier momento, ya fuera un problema con mi jefe, trabajo o alojamiento. Eso significa mucho, saber que no te han dejado solo.

¿A qué desafíos tuviste que enfrentarte al principio?

Trabajar en la logística era algo nuevo para mí. Preparar un lote concreto de piezas en cada banco tiene las mismas reglas, pero cada tipo de coche tiene sus propias especificaciones que tienes que conocer. No tardé en aprender a hacer pedidos de las piezas necesarias. Tenía autonomía en el lugar de trabajo y, por lo tanto, una gran responsabilidad con lo que hacía y cómo lo hacía.

Pronto, perdí mis miedos iniciales y estuve satisfecho con mi trabajo. Los conocimientos informáticos fueron muy útiles. Incluso la lengua no era tan difícil como parecía al principio. Muchas palabras checas con inteligibles, pero, si no sabes alguna palabra, ¡el inglés siempre es útil!

¿Tienes algún consejo para las personas que estén pensando en participar en un proyecto de EURES?

Cuando buscaba trabajo en Polonia, me enfrenté a dificultades que me resultaban incomprensibles. Parecía que, en cierto punto, estaba delante de una pared de cristal y no podía pasar.

Quería trabajar, tenía ganas, tenía muchos conocimientos y habilidades, pero no quería trabajar por un salario que negaba la dignidad humana. Me di cuenta de que mi única oportunidad era trabajar en el extranjero.

Ahora trabajo y vivo con normalidad, e incluso vengo a Polonia todas las semanas. Todas las dificultades que aparecieron al principio —una nueva lengua, un trabajo nuevo, vivir en otro país, la mentalidad distinta de la gente, el entorno multicultural— pueden dar miedo en un primer momento, pero con el tiempo se convierte en una experiencia interesante.

Hay mucho por aprender de otros cuando estás abierto a nuevas experiencias. Definitivamente, mereció la pena ponerme en contacto con EURES. ¡Hoy puedo decir SÍ a EURES!

La historia de Pawel también puede ser la suya. Si usted es un demandante de empleo con 30 años y vive en la región de Baja Silesia, la oficina regional de EURES puede ayudarle con asistencia profesional. Póngase en contacto con un consejero EURES para impulsar su carrera profesional en el extranjero.

 

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